24 octubre 2009

Historia del Bulldog Ingles


El Bulldog Inglés, símbolo en el Reino Unido. Su club de raza es el más antiguo de todos, data de 1875; así como su estándar, el primero que fue redactado en el mundo canino. El término bulldog, sin embargo, no aparece hasta 1632. Un tal Preston Earton, establecido en San Sebastián, escribió a su amigo George Wollighan de Londres pidiéndole que le enviara "un mastiff y dos grandes bulldogs" para poder comparar las proezas de los perros ingleses con los famosos Dogos de Burdeos, también valientes luchadores con toros.

A pesar de todos los estudios realizados, sus orígenes siguen siendo inciertos. según una tradición muy antigua, su objetivo era mejorar la calidad de carne, hacer correr a las reces antes de llevarlas al matadero, ya que los tratantes se habían dado cuenta de que así se conseguía que la carne fuera más tierna y sabrosa. Por este motivo, los carniceros utilizaban mastines, unos perros los suficientemente valientes como para enfrentarse con el furor de los toros; existe otro punto de vista, originalmente, antes de la prohibición, se desarrolló en Inglaterra la crianza del Bulldog de pelea.

Éste era un animal carente de formas físicas definidas, que sólo se distinguía por su terrible ferocidad, inducida por el hombre para destinarlo a brutales combates con bestias y fieras, en especial osos y toros, que servían de entretenimiento para el público en plazas y anfiteatros. Como era un animal producido para pelear, su ferocidad en el acoso y su tenacidad en el combate eran los criterios que se utilizaban para determinar la calidad de tales perros.

En Gran Bretaña se recurrió a los antepasados del mastiff para desempeñar ese papel. El origen del mastiff es objeto de discusión entre los especialistas. Algunos creen que fueron los fenicios y los romanos quienes lo introdujeron en Gran Bretaña. Aunque esta hipótesis pueda resultar interesante a primera vista, se ha de reconocer que el mismo Cesar afirma lo contrario, en particulares en sus Comentarios, cuando habla de la conquista de Bretaña (entiéndase Gran Bretaña) en la que, según indica, los molosos celtas lanzados contra las legiones romanas sembraron el pánico en éstas.


Lo que queda patente es el hecho de que sus ancestros eran perros de pelea, de los molosos, luchadores de la Antigua Grecia, llamados Molosi. Tanto el Mastiff como el Bulldog y el Boxer poseen un antecesor común pero es más que probable que fueran los antiguos Mastiff los que más influyeran en la creación de la raza, ya que la función principal de éstos era en su origen la lucha contra los toros, muy populares hacia 1209.

Cuenta la historia que en el año 1209 el inglés lord Stanford presenció por casualidad el derribo de un toro por parte de dos perros que pertenecían a un carnicero. El espectáculo le agradó tanto que decidió regalar el prado donde había tenido lugar el enfrentamiento a los carniceros para que todos los años se organizara una competición.

Con la difusión de estos combates apareció la necesidad de establecer un reglamento: el toro era atado por los cuernos con una cuerda de unos 23 metros que se fijaba a una anilla de hierro o a una estaca clavada en el suelo. Cuando el toro se acostumbraba a moverse dentro del círculo que le permitía la cuerda, se daba comienzo a la lucha. Vencía el que lograba morder al toro en el hocico, manteniendo la presa hasta que la bestia después de haber intentado inútilmente quitarse el perro de encima caía extenuadamente desangrada.


El bull-baiting se extendió rápidamente, sustentado en gran parte por la pasión de los ingleses por las apuestas. La moda se extendió también por todo el continente europeo. Durante el reinado de Isabel I (1558-1603), los combates se habían convertido en una verdadera institución. Se llegó incluso a dedicar los martes a estas actividades. Sin embargo no todo el mundo veía con buenos ojos estos combates, considerándolos de brutales y asquerosos. Finalmente se prohibieron en el año 1698 en Holanda, luego en 1834 en Francia, y un año más tarde en el Reino Unido. Evidencias de la popularidad del bull-baiting pueden ser vistas en diferentes ciudades de Inglaterra, donde arenas de toros todavía se mantienen preservadas.
En la época en que se celebraban estos combates comienza la selección de algunas peculiaridades que en la actualidad caracterizan de manera inconfundible a los bulldog. El hecho de poseer las extremidades cortas (para que al toro le fuera más difícil arrojarlo al aire), la caña nasal corta y con el vértice de la trufa desplazado hacia los ojos (para facilitar la respiración durante la presa) y la presencia de arrugas en el hocico (para que la sangre del toro fluyera sin entrar en los ojos del perro), los hizo ideales para esta brutal diversión.
En 1835 el parlamento británico prohibió esos bárbaros espectáculos, hecho que produjo la declinación del feroz Bulldog de pelea.
En 1838 el Bulldog cayó en peligro de extinción al prohibirse las peleas contra los toros; sin embargo, el señor Bill George continuó criando perros de esta raza y a él se debe su conservación.

Después de prohibirse este abominable deporte, el antiguo bulldog continuó su sangriento peregrinar combatiendo en lucrativas peleas de perros. Esto originó cruces con distintos ejemplares del tipo terrier con el fin de aumentar su velocidad. El resultado de esto contribuyó a la creación de distintas razas que en la actualidad existen.
El bulldog que todos conocemos no es el mismo que el del siglo XVI. Tras la prohibición de los combates entre animales se inició un lento proceso de recuperación de la raza que culminó el 3 de diciembre de 1860, en la ciudad inglesa de Birmingham, donde los bulldog hicieron su debut oficial en el Olimpo canino, llevados por primera vez al ring de una exposición.
Pero como el Bulldog carecía de una forma física definida se produjo un gran desorden en la crianza de la raza, al existir disparidad de criterios sobre cuáles eran sus formas típicas. Para resolver el conflicto, los criadores ingleses fundaron en 1875 el club del Bulldog, acordando en 1876 uniformar las características físicas del Bulldog mediante la aprobación de un estándar. A fines del siglo pasado la raza comenzó a difundirse por el mundo, fundándose en EEUU el Bulldog Club of America. Desde entonces la raza no ha experimentado muchos cambios salvo la tendencia cada día menor hacia animales más robustos, pesados y ultrabrevilíneos.
Fotos:
1.- Rufus
2.-Remy, Rufus & Duffy
3.-Winston & Rufus
4.-Duffy & Rufus

2 comentarios:

  1. FELICITACIONES. ME PARECE MUY INSTRUCTIVO E IMPORTANTE LA INFORMACIÓN QUE HAN PUESTO HASTA AHORA. LAS FOTOS DE SAHORI SON MUY BUENAS Y ELLA ESTÁ MUY BONITA. CONTINUE ESCRIBIENDO (PRODUCIENDO, BUSCANDO INFORMACIÓN Y PUBLICANDO. ES UNA MANERA DE CRECER Y HACER CRECER A SUS LECTORES. FLORIMELDA

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  2. Gracias! me alegra q le haya gustado. Seguimos buscando información para enriquecer el sitio. Debe estar pendiente para q este al tanto de nuestras actualizaciones!

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